Todo lo que necesitamos es comenzar a ejercitar nuestra mente. Entrenar nuestra capacidad de enfocar y tomar decisiones. Quedan menos de dos meses para finalizar el 2020 y parecería que ya los hemos dado por perdidos. Es como si tuviéramos que resignarnos a ver qué pasa y no pudiéramos tener un objetivo. Elegir qué hacer, qué no hacer y concretarlo en un plan, es parte de la estrategia de nuestro negocio (o vida profesional).
El informe de tendencias publicado por EY y Future for Work Institute dice que la capacidad más demandada por las empresas de aquí a 2022, será la creatividad (91%), seguida del data-analysis (85%) y el team-work multidisciplinar (81%), entre otros. Pero fijaos, más allá de los datos, ¿qué entendemos por creatividad? El término es muy amplio pero podríamos definirlo como la capacidad de generar nuevas ideas o conceptos a partir de un "pensamiento divergente". Es una soft-skill que ayuda a mirar lo conocido con otra perspectiva.
Los procesos creativos se aplican para innovar, resolver cualquier tipo de problema, identificar nuevas oportunidades o redefinir productos y servicios. Os comparto el siguiente método (simplificado) que usamos en el equipo. Espero que os sea de utilidad.
Observación Consciente
Mira con detenimiento tu entorno y toma consciencia de los cambios de hábitos y comportamiento de tus clientes. Busca “Pain-Points” aquello que le preocupa a tu público. Observa con detenimiento y toma nota de todas las ideas que resuenen contigo o te inspiren. Crea categorías y sepáralas de mayor a menor impacto (no borres ninguna). Puedes hacer esta dinámica con post-its o si prefieres rotuladores de colores, mejor que mejor. .
Establece Conexiones
Este paso consiste en asociar temas o elementos que usualmente no tienen relación. Su objetivo es generar ideas divergentes a través de comparaciones atrevidas. Una manera efectiva de hacer combinaciones es pensar en otras categorías que no tengan nada que ver con la tuya y hacer un juego de asociaciones. La forma se la daremos después. Lo importante de esta fase es conectar puntos (características) que consideres interesantes. Puedes inspirarte en alguna campaña o producto que te haya impactado y analizar qué cosas te han llamado la atención, desde el tono de la comunicación, el tipo de mensaje o simplemente la calidad de su formato.
Conceptualiza y Prototipa
Crea un concepto de la mejor idea y sintetízalo. Empieza por diseñar un prototipo básico o lo que se llama un MPV (Producto mínimo viable). Dibuja, escribe, haz un borrador. Existen muchas plataformas digitales dónde puedes hacer una simulación de tu concepto. El objetivo es darle forma a través de una imagen, un video, un audio o cualquier formato que consideres interesante.
Testing & Experiencia de Usuario
Esta última etapa consiste en crear una experiencia de usuario que enamore a nuestro público. Desde el diseño e imagen, hasta cómo contamos las características de nuestro proyecto. El Storytelling es una herramienta que ayuda a emocionar, transmitir valores y también sirve como hilo conductor. Esta fase también facilita la organización de los mensajes y humaniza tu idea. Una vez que lo tengas, ha llegado el momento de testarlo. Puedes empezar con una muestra de clientes con los que tengas muy buena relación. Seguro que recibes buenos y malos inputs, eso está muy bien, significa que has empezado a tomar acción. Ahora queda optimizar y afrontar el proceso nuevamente con las mejoras incluidas.
La nueva era 2021 pide valentía y flexibilidad, así como una confianza inquebrantable. No te preocupes por hacer tu proceso creativo perfecto, sólo comienza por visualizar qué es lo que quieres conseguir y aplica métodos que ayuden a realizarlo.
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